Principio de la buena fe Cláusulas de Ejemplo

Principio de la buena fe. Las partes están obligadas a obrar de buena fe, ajustando su conducta a lo que es propio de un buen empleador y de un buen trabajador, tanto al celebrar, ejecutar o extinguir el contrato o la relación de trabajo.
Principio de la buena fe. Las Instituciones Universitarias Nacionales y los docentes están obligados a obrar de buena fe, desde la postulación de ingreso, hasta la extinción de la relación.
Principio de la buena fe. La ley prevé diversas situaciones que cuando se producen van en contra del interés del propio Xxxxxxxxx, ya que está n sancionadas con la nulidad o ineficacia del contrato, o con consecuencias tales como su impugnación, la exención de la obligación de indemnización e incluso la reclamación de daños y perjuicios por parte del Asegurador. En general, tales situaciones se producen cuando el Tomador del Seguro o el Asegurado actúan con dolo o mala fe o con culpa grave; cuando el Tomador del Seguro realiza declaraciones incorrectas; cuando se ocultan datos; cuando no se coopera en las tareas de salvamento y, en resumen, cuando no se respecta el principio de buena fe que sustenta el contrato de seguro.
Principio de la buena fe. La Ley prevé diversas situaciones que, cuando se producen van en contra del interés del propio Xxxxxxxxx, ya que están sancionadas con la nulidad o ineficacia del contrato, o con consecuencias tales como su impugnación, la exención de la obligación de indemnización e incluso la reclamación de daños y perjuicios por parte del Asegurador. En general, tales situaciones se producen cuando el Tomador del Seguro, el Asegurado o el Beneficiario actúan con dolo o mala fe o con culpa grave; cuando el Tomador del Seguro realiza declaraciones incorrectas; cuando se ocultan datos; cuando no se coopera en la tareas de salvamento y, en resumen, cuando no se respeta el principio de buena fe que sustenta el contrato de seguro PÉRDIDA O ROBO DE LLAVES; REPOSICIÓN DE NEUMÁTICOS Y EQUIPAMIENTO DEL MOTORISTA; HOSPITALIZACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE DE CIRCULACIÓN
Principio de la buena fe. En la actuación que se adelanta con ocasión de la actividad contractual, las partes deben obrar con seriedad, probidad, diligencia y rectitud, presumiéndose ésta siempre en toda gestión desarrollada.
Principio de la buena fe. La buena fe es otro de los principios rectores de los contratos administrativos. Es más, la buena fe es un principio general del Derecho y, por lo tanto, aplicable a cualquier rama de este, sin necesidad de consagración legal expresa. En efecto, como lo ha señalado la doctrina, el principio de la buena fe se refiere a actuar de manera xxxx y correcta en el mundo jurídico, preservándose en su virtud las situaciones jurídicas aparentes y dando mérito de protección para un error excusable. Como bien sabemos, la buena fe puede ser objetiva o subjetiva, consistiendo esta última en la convicción interna o psicológica de encontrarse el sujeto en una situación jurídica regular, aunque objetivamente no sea así. Su base normativa, aun cuando sea aplicable como principio general para todas las ramas del Derecho, la encontramos en el artículo 706 del Código Civil y, según el artículo 707 del mismo cuerpo legal, la buena fe se presume y la mala fe debe probarse. Por su parte, la buena fe objetiva es una regla de comportamiento entre los contratantes, por la cual se les impone el deber de comportarse correcta y lealmente en sus relaciones mutuas, desde el inicio de los tratos preliminares y hasta momentos incluso ulteriores a la terminación del contrato. En este sentido, ejecutar los contratos de buena fe, implica que ellos obligan no solo a lo que en sus cláusulas se expresa, sino a todas aquellas cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación. Involucra el hecho de que el contenido del contrato no está solo en su letra o en las posibilidades de interpretación, sino que importa, además, las consecuencias que la equidad y el uso le dan según su naturaleza. En virtud de este principio, se desprende que del contrato de concesión de obra pública emana la obligación para ambos contratantes -Administración y concesionario- de lograr la realización de la finalidad del contrato, satisfacer el interés general, aportando cada uno de ellos los máximos esfuerzos y diligencias en su ejecución.
Principio de la buena fe. La Corte Constitucional ha afirmado que la buena fe comercial es entendida como la actuación bajo los mandatos de honestidad, confianza, honorabilidad, lealtad y sinceridad, en los actos comerciales entre particulares.
Principio de la buena fe. La Universidad del Atlántico reconoce los derechos que generen la producción intelectual presentada por docentes y estudiantes de pregrado y posgrado, personal administrativo o investigadores y presume que con ella no se han quebrantado derechos sobre la propiedad intelectual de terceras personas; en caso contrario, la responsabilidad por daños y perjuicios será del infractor.
Principio de la buena fe. En primer lugar, la buena fe es un principio general del derecho que, heredado de los romanos, se proyecta en las más variadas disciplinas jurídicas, así, sirve de asidero al principio de la probidad procesal, coarta la competencia desleal en materia comercial, sustenta la inadmisibilidad de la pretensión incoherente con la conducta anterior, entre otras. Actualmente numerosas fuentes la consagran expresamente en materia contractual. A la vez la jurisprudencia le da amplia acogida, señalando a veces incluso que los contratos deben ejecutarse de buena fe, aún sin apego a la letra de ellos ni a un derecho estricto. En materia civil, se distinguen dos clases de buena fe, subjetiva y objetiva.
Principio de la buena fe. Las partes están obigadas a obrar de buena fe ajustando su conducta a o que es propio de un buen empeador y de un buen trabajador tanto a ceebrar ejecutar o extinguir e contrato o a reación de trabajo.